martes, 13 de mayo de 2008

Macedonio Fernández

Ávida aparece la Máquina y sin embargo es un renunciamiento, resignación, pobreza, como la Ciudad comparada con la Naturaleza, el Ersatz al Producto Natural, el mecanismo al fisiologismo, la máquina al cuerpo-inteligencia- emoción del Obrero; la Máquina es el sacrificio del infinitamente exigente, variable y personal Gusto, a lo Estandar. Lo Estandar es pobreza inconfesa. La Máquina, lo Estandar y el Ersatz son sólo circunstancialmente ventajosos.

Hay muchos viajes que son mejores que el llegar a puerto, y hay hoy tantas frecuencias del "llegar tarde" a 300 km por hora, como caminando hace dos siglos. Sólo es Viajero, el Gran Viajero, el que piensa sin llegadas su Viaje.

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