sábado, 30 de agosto de 2014

Mármoles

Lloré tanto como cuando se partió
la cáscara boreal

¿te acordás? Tus manos
podadas se echaron a brotar
al mismo tiempo que se abrían

las primeras

grietas.

Tengo sueño.

Necesito colgar los brazos.

Sangrar un rato
para que no se cierre la herida
que me mantiene despierto.

Sangrar obstinadamente

que nadie diga que no respiro
que no digan que esto es un cuerpo.

Es

una madriguera de olvidos

y de vino.


Aún siento mi respiración.

Estoy seguro de que ese ruido
es el aire circulando por mis vías.

¿O será una siesta?

Atención: No disimules
si es así. Quizás mi olvido te motive
a mantener el barro encendido.