lunes, 26 de mayo de 2008

W. B. Yeats

De mi canción hice una capa;
la cubrí con bordados
de viejas mitologías
desde el cuello al talón.
Pero los necios la tomaron
para lucirla por el mundo
como por ellos recamada.
Canción, déjalos que la tomen,
porque hay más entereza
en caminar desnudo.

martes, 20 de mayo de 2008

vómito

Yo soy mi labio mordido por mis dientes. Soy los colores de la bufanda que me cubre el cuello. Soy el abrazo único que me da mi piel. Soy lo amargo que corta las risas que conviven con lo que no soy. Cabeza de brujo, soy. Con cola de alacrán. Cuando me despego del suelo me miro los pies y veo como tantean el aire. Soñé con caras diminutas clavadas en el piso. Cuando me levanté mis brazos no llevaban tuercas. Si no tuviera puños te abrazaría pero lo único que aprieto contra mi es el aire. Soy un llavero. Soy, sobretodo, los dedos que me brotan de las manos. En cada punta, yo. Cejas gruesas. Andar cansino. Si tuviera ojos, los cerraría para no verte y me quedaría sólo escuchando tu voz. Vuelvo siempre tarde, reflejado en el empedrado, adivinándome entre las juntas, errando en todos los cruces. Me desbordaría pero está mi piel colgada de mis hombros. Así de invisibles son los andamios.

martes, 13 de mayo de 2008

Macedonio Fernández

Ávida aparece la Máquina y sin embargo es un renunciamiento, resignación, pobreza, como la Ciudad comparada con la Naturaleza, el Ersatz al Producto Natural, el mecanismo al fisiologismo, la máquina al cuerpo-inteligencia- emoción del Obrero; la Máquina es el sacrificio del infinitamente exigente, variable y personal Gusto, a lo Estandar. Lo Estandar es pobreza inconfesa. La Máquina, lo Estandar y el Ersatz son sólo circunstancialmente ventajosos.

Hay muchos viajes que son mejores que el llegar a puerto, y hay hoy tantas frecuencias del "llegar tarde" a 300 km por hora, como caminando hace dos siglos. Sólo es Viajero, el Gran Viajero, el que piensa sin llegadas su Viaje.

jueves, 8 de mayo de 2008

lenguas

masticándonos los ojos
doblándonos entre almohadas

iluminada, fumándome

en el cuarto, fumándome

llenándose los pulmones

de humo.