sábado, 30 de agosto de 2014

Mármoles

Lloré tanto como cuando se partió
la cáscara boreal

¿te acordás? Tus manos
podadas se echaron a brotar
al mismo tiempo que se abrían

las primeras

grietas.

Tengo sueño.

Necesito colgar los brazos.

Sangrar un rato
para que no se cierre la herida
que me mantiene despierto.

Sangrar obstinadamente

que nadie diga que no respiro
que no digan que esto es un cuerpo.

Es

una madriguera de olvidos

y de vino.


Aún siento mi respiración.

Estoy seguro de que ese ruido
es el aire circulando por mis vías.

¿O será una siesta?

Atención: No disimules
si es así. Quizás mi olvido te motive
a mantener el barro encendido.

sábado, 1 de marzo de 2014

Vértice vespertino

Hoy senté a la tarde
en el umbral de la casa

sus tazas

tibias

se desbordaban de sed.

Tuve celos
de su pomposa
soledad

me tentó oír
su rezo infértil


pero el ruido de un motor
                    de leña
       fundió mi marea


y descubrí que este cielo prestado

no nos salva del silencio.