no se sabe si fue por accidente
-la caída de la bandeja-
o por el deseo de expandirse
desde el medio del salón
en mezcla de tostadas
y borras de café.
la borra más borra en el zapato
nuevo de una vieja pintarrajeada.
una décima antes
de soltar la bandeja,
vió como cada cosa iba
a suceder a otra.
el calor más rojo en su cara.
en supuesto silencio, la risa
más despiadada se cuelga
de la parte de atrás
de sus ojos.
viernes, 5 de septiembre de 2008
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